Los derechos humanos son cruciales para el desarrollo. La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible imagina “un mundo en el que sea universal el respeto de los derechos humanos

y la dignidad de las personas, el estado de derecho, la justicia, la igualdad y la no discriminación; donde se respeten las razas, el origen étnico y la diversidad cultural y en el que exista igualdad de oportunidades para que pueda realizarse plenamente el potencial humano y para contribuir a una prosperidad compartida… un mundo justo, equitativo, tolerante, abierto y socialmente inclusivo en el que se atiendan las necesidades de los más vulnerables.”

Los derechos humanos se definen en una serie de instrumentos internacionales, entre los que la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) es el más importante.

Los compromisos de los gobiernos respecto de los derechos incluidos en la DUDH se formalizan en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. (PIDESC).

Los gobiernos deben evitar violar estos derechos y son responsables de habilitar a los ciudadanos para disfrutar de ellos. El PIDCP tiene que ver con los derechos individuales, incluyendo la libertad de expresión y asociación y el derecho a la privacidad. El PIDESC se ocupa de derechos sociales más amplios, cuya satisfacción requiere un compromiso en políticas e inversión a largo plazo por parte de los gobiernos –un proceso llamado “realización progresiva”–. Además de afirmar la auto-determinación y la igualdad de género, las principales cláusulas del Pacto tienen que ver con el derecho al trabajo, condiciones laborales y derechos sindicales, derechos a la seguridad social y a un “estándar adecuado de vida”, a no sufrir hambre, a la protección de la familia, a la salud y educación, y a participar de la vida cultural, incluyendo los “beneficios del avance científico y sus aplicaciones”.

Algunos de estos derechos concernientes a niños y mujeres se desarrollan en mayor detalle en la CEDAW y CRC.

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible incluye 17 Objetivos (ODS) y 169 metas. Los derechos incluidos en el PIDESC se superponen y proveen un marco de apoyo y referencia para muchos de estos ODS, mientras que las metas establecen objetivos cuantificables que van a ayudar en el cumplimiento de estos derechos. Los objetivos para terminar con la pobreza y el hambre (ODS 1 y 2), por ejemplo, y para garantizar acceso al agua y energía (ODS 6 y 7), se relacionan con el derecho del Pacto a un adecuado estándar de vida y alimentación. Los ODS 3 y 4 se relacionan con los derechos a la salud y la educación y el ODS 8 con “trabajo decente para todos”.

TICs y desarrollo sostenible
Mucho se ha discutido acerca de la relación entre las tecnologías de la información y la comunicación (TICs) y el desarrollo sostenible, incluyendo los ODS. Como muchas otras organizaciones, la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC) ha expresado preocupación acerca de la forma limitada en que se reconoce el potencial de las TICs e internet en la Agenda 2013 y sus objetivos.

La Agenda reconoce que “la expansión de las tecnologías de la información y las comunicaciones y la interconexión mundial brindan grandes posibilidades para acelerar el progreso humano, superar la brecha digital y desarrollar las sociedades del conocimiento”. Sin embargo, no existe ningún objetivo relacionado específicamente con las TICs y solo una de las 169 metas se relaciona con el acceso a las TICs, si bien se las menciona en otras tres (las relacionadas con el empoderamiento de las mujeres, la educación e investigación y desarrollo).

Observamos que hay un reconocimiento mucho mayor en la Agenda del valor del acceso a la información, incluyendo tanto información que permita a las personas tomar decisiones acerca de su vida, como información que permita a quienes determinan las políticas a tratar más efectivamente el desarrollo económico, social y cultural. Sin embargo, los roles transversales, tanto de la información como de la comunicación, se encuentran poco representados en el marco general.

Los resultados del proceso de revisión de 10 años de aportes de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI+10) de la ONU urgían a las partes interesadas a construir una relación más efectiva entre las TICs y los ODS. APC cree que hay tres aspectos importantes en este respecto, cada uno de los cuales es crucial para acceder y ejercer los derechos económicos, sociales y culturales:

    - Con las TICs se están cambiando las maneras en que los gobiernos, las empresas y los ciudadanos se comportan. Los gobiernos y otras partes interesadas deben comprender estos cambios, aprovechar aquellos que brindan nuevas oportunidades para cumplir con los ODS y permanecer vigilantes para reducir los riesgos que puedan socavar los objetivos.

    - Las políticas y programas de desarrollo pueden aprovechar el potencial de las TICs para implementar los ODS de muchas maneras: desde reunir evidencia para diseñar e implementar proyectos de desarrollo, hasta facilitar el acceso a la información. Los gobiernos y otras partes interesadas deberían aprovechar plenamente estas
    ventajas para apoyar el cumplimiento de cada uno de los ODS.

    - Las TICs pueden mejorar el monitoreo y la medición del progreso de los ODS. Los gobiernos y otras partes interesadas deberían aprovechar esto al máximo para mejorar la eficacia de la implementación de los ODS, al mismo tiempo que se protegen los derechos a la privacidad y a la información.

Una forma de reunir estos temas es colocar la relación entre las TICs y los ODS en el marco de los derechos económicos, sociales y culturales establecidos en el PIDESC.

TICs y DESC
La revisión de la CMSI+10 declaró que los derechos humanos son “centrales en la visión de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información”. La Asamblea General también ha declarado que “los mismos derechos que las personas tienen fuera de línea deben también protegerse en línea”, lo que implica que los derechos en línea y fuera de línea deben ser equivalentes.

La mayor parte del debate sobre las TICs, internet y los derechos humanos se ha centrado en los derechos civiles y políticos. Internet, en particular, ha abierto nuevas oportunidades para que las personas puedan ejercer la libertad de expresión y publicar sus opiniones, acceder a la información, asociarse entre sí en línea y en el mundo fuera de línea, y participar en actividades sociales y políticas. Al mismo tiempo, ha creado nuevas amenazas a la privacidad, ejercidas tanto por los gobiernos como las empresas, y ha cambiado las maneras en que los derechos a la información y la expresión pueden ser cumplidos o violados.

Se ha prestado mucha menos atención al impacto de las TICs e internet en los DESC. Sin embargo, éstos son tan importantes en el régimen internacional de derechos como los derechos civiles y políticos. Las TICs y la internet juegan un papel cada vez más importante en todos los aspectos de la vida económica, social y cultural, y su importancia para la vida económica, social y cultural está creciendo año tras año, a medida que las TICs e internet se encuentran más presentes en el mundo y que los servicios, las aplicaciones y los dispositivos que las personas utilizan se vuelven más sofisticados. La inminente Internet de las Cosas conllevará un crecimiento veloz en su omnipresencia, sofisticación e influencia.

Conectando TICs, ODS y DESC
Los DESC son fundamentales para el desarrollo. Deben ser protegidos y promovidos debido al impacto que la educación, la salud, el empleo y las otras dimensiones de la vida incluidas en ellos tienen sobre los individuos y las comunidades. Estos derechos apoyan y son apoyados por los derechos civiles y políticos, pero no están subordinados a ellos.

La mayoría de los derechos en el PIDESC requieren inversión y compromiso político sostenidos en el tiempo. Por consiguiente, su aplicación está estrechamente relacionada con los marcos estratégicos para el desarrollo, la movilización de recursos y el despliegue de infraestructuras adoptados por los gobiernos y respaldados por organismos financieros y de desarrollo internacionales.

Los ODS proporcionan un marco adecuado para abogar y aplicar los derechos económicos, sociales y culturales dentro de un enfoque global del desarrollo sostenible que mejora la prosperidad económica, promueve la equidad social y facilita la expresión de la identidad cultural. Si bien los DESC se expresan en términos generales como principios, los ODS también proporcionan un marco de metas que podrían considerarse para establecer objetivos de derechos y/o contra los cuales se pueden medir los avances hacia su consecución.

Los siguientes párrafos desarrollan tres aspectos importantes de la relación entre las TICs, los DESC y los ODS.

a) La adopción de metas de los ODS relacionadas con los DESC
El primero se refiere a la forma en que los ODS han proporcionado objetivos específicos mediante los cuales se puede monitorear y medir el progreso hacia algunos DESC. La salud es un buen ejemplo de esto. El artículo 12 del PIDESC reconoce el derecho de todos a “disfrutar del más alto nivel posible de salud física y mental”, esfuerzos para reducir la mortalidad infantil, prevenir enfermedades y mejorar la higiene. El ODS 3 establece metas específicas para la reducción de la mortalidad materna e infantil, la mortalidad por enfermedades epidémicas y no transmisibles y otros objetivos relacionados con la salud.

Otros DESC también se traducen en objetivos específicos en los ODS. Las TICs son importantes en este contexto de dos formas. En primer lugar, las TICs pueden utilizarse para mejorar el acceso y la difusión de los derechos y objetivos, tales como los relativos a la salud y la educación, por ejemplo, mediante la promoción de la salud y el diagnóstico a distancia vía recursos educacionales abiertos y el acceso a computadores en escuelas. En segundo lugar, las TICs pueden mejorar la calidad de la recopilación y el análisis de datos, a través de los cuales se puede medir con mayor eficacia el progreso, tanto en lo que respecta a los derechos como a los ODS.

b) La importancia del acceso a las TICs para lograr los DESC y ODS
El acceso a internet y a otras TICs es crucial para desempeñar estas funciones. El PIDCP otorga a las personas el derecho a “recibir e impartir información e ideas de todo tipo”. Ese derecho respalda la capacidad de los ciudadanos para aprovechar los recursos que internet puede poner a disposición para mejorar su salud y educación, su seguridad social y su calidad de vida –derechos económicos, sociales y culturales que están incluidos en el PIDESC–. El PIDESC otorga a las personas el derecho a “disfrutar de los beneficios del progreso científico y sus aplicaciones”, que debería incluir los beneficios del acceso a la infraestructura y los servicios de telecomunicaciones que soportan internet. El acceso a esas redes y servicios puede, por lo tanto, ser considerado necesario dentro del régimen de derechos.

Sin embargo, además del acceso, es necesario que los gobiernos y otras partes interesadas aprovechen el potencial de las TICs para avanzar en los ODS que facilitan los DESC. Es necesario lograr una conectividad generalizada para que los gobiernos y otras partes interesadas puedan prestar servicios por igual a todos sus ciudadanos. Y los propios ciudadanos necesitan acceso para aprovechar las oportunidades de auto-empoderamiento que son necesarios tanto para los derechos como para las metas. El acceso, en este contexto, va mucho más allá de la conectividad generalizada.

También requiere que las redes sean asequibles y que las personas tengan la capacidad de hacer pleno uso de los recursos que ponen a disposición, incluidas habilidades de alfabetización, investigación y destrezas técnicas. Lograr los DESC en la sociedad de la información requiere que quienes formulan políticas aborden todos estos requerimientos.

c) La compleja relación de las TICs con los DESC
Las TICs pueden tener impactos negativos como positivos tanto en los derechos como en los objetivos de desarrollo. La amenaza que las TICs suponen para la privacidad (artículo 17 del PIDCP) es bien conocida. El Banco Mundial ha argumentado recientemente que “en muchos países internet ha beneficiado desproporcionadamente a las élites políticas.”

Si bien las TICs pueden apoyar el cumplimiento de los DESC, esos mismos derechos también pueden necesitar nuevos tipos de protección. Los derechos laborales establecidos en el PIDESC ejemplifican este desafío. El artículo 6 del Pacto reconoce “el derecho al trabajo”, incluido el “derecho de toda persona a tener la oportunidad de ganarse la vida mediante un trabajo libremente escogido o aceptado”, mientras que el artículo 7 agrega “el derecho de toda persona al goce de condiciones de trabajo equitativas y satisfactorias”, incluyendo una remuneración justa, protección de salud y seguridad e igualdad de oportunidades. El artículo 8 otorga una fuerte protección a los sindicatos. El ODS 8, en forma similar demanda el “empleo pleno y productivo y trabajo decente para todas las mujeres y los hombres.bres”, y para la protección de los derechos laborales en “un entorno de trabajo seguro y sin riesgos.”

Sin embargo, existe una preocupación creciente de que la digitalización cada vez mayor de las economías reduzca las oportunidades de empleo, mientras que los regímenes de empleo más flexibles en las nuevas empresas digitales (la llamada “economía gig”) reducen la calidad del empleo, la remuneración y la afiliación sindical. Se necesita mucha más investigación y análisis para identificar cómo se pueden mantener los derechos laborales y alcanzar los objetivos de desarrollo en un entorno laboral que cambia rápidamente.

¿Qué hay que hacer?
La sociedad de la información ofrece oportunidades para ayudar en la concreción de los derechos económicos, sociales y culturales, y sus ODS asociados, de una manera que antes no era posible, pero a su vez tiene el potencial de amenazar estos derechos. El acceso desigual a las TICs plantea el riesgo de que el acceso a los derechos y a los resultados del desarrollo también resulten desiguales, socavando la realización de una mayor igualdad que es crucial para el desarrollo sostenible.

Las partes interesadas del sector de las TICs deben apuntar a maximizar el valor potencial de éstas para el desarrollo y los derechos, pero también buscar mitigar los problemas que surgen.

Algunos de los logros en materia de derechos y metas derivados de las TICs están estrechamente relacionados con los derechos civiles y políticos. Por ejemplo, permiten un mayor acceso a la información en áreas como la salud, la educación y la agricultura, que los individuos –así como los profesionales– pueden utilizar para tomar decisiones que mejoren sus vidas y sus entornos. La interactividad que facilitan permite a las personas compartir experiencias, conocimientos y preocupaciones dentro de grupos, así como entre individuos, fomentando los tipos de solidaridad en la que se basa el sindicalismo y la acción comunitaria.

En áreas como la salud y la educación, la producción de alimentos y el empleo, el bienestar social y la familia, un mejor acceso a la información y a otras experiencias puede ser fundamental para lograr satisfacer los derechos económicos, sociales y culturales, así como civiles y políticos.

Estos factores ilustran hasta qué punto los derechos civiles y políticos están vinculados a los derechos económicos, sociales y culturales.

Estos últimos, sin embargo, se distinguen de los primeros en aspectos significativos. La necesidad de inversión y la realización progresiva de los DESC significa que requieren un enfoque estratégico e integrado que sea coherente con las agendas de desarrollo que ahora se están diseñando para implementar los ODS. La presencia limitada de las TICs dentro de los ODS, y por lo tanto en esas agendas, puede ser un problema. Las TICs e internet podrían tener un impacto mucho más importante en la implementación de los ODS de lo que se había pensado.

También deben estar más profundamente integradas en las estrategias de sostenibilidad. Un elemento crucial en esto es la necesidad de un mayor diálogo y entendimiento entre los actores involucrados en las tres áreas discutidas en este artículo: las TICs, los derechos y el desarrollo sostenible. Los enfoques multisectoriales que se han vuelto más comunes en los últimos años en los tres campos podrían ayudar a estimular este diálogo. También el desarrollo de marcos analíticos para monitorear el progreso hacia los ODS. Los gobiernos y las agencias de desarrollo podrían y deberían hacer más para involucrar a la amplia gama de partes interesadas dentro de las comunidades en procesos de gobernanza transparentes, responsables y con los recursos adecuados.

Los actores de la sociedad civil pueden apoyar este proceso al continuar enfatizando la asociación entre los derechos y el desarrollo en la búsqueda de la prosperidad económica, la equidad social y la sostenibilidad ambiental.

David Souter

para Co-edición APC y ALAI de Revista 521 América Latina en Movimiento