Se ha puesto en marcha en La Quiaca la red social gratuita Chaski, una combinación de infraestructura en telecomunicaciones y desarrollos de software libre para crear una intranet comunitaria que habilita, entre otros servicios, sistemas de mensajería, una videoteca, bibliotecas y el canal Chaskitube.

En el extremo Norte del país, los 16.000 habitantes de La Quiaca enfrentan grandes dificultades de conectividad por los deficientes y caros servicios tanto de Internet fija como móvil.

Esta ciudad fronteriza comienza el 2017 con una experiencia pionera de comunicación: la red social Chaski. Se trata de una combinación de infraestructura en telecomunicaciones y desarrollos de software libre para crear una intranet comunitaria que habilita, entre otros servicios, sistemas de mensajería, una videoteca, bibliotecas y el canal Chaskitube, todos gratuitos para los vecinos.

La iniciativa es desarrollada por la organización social Proyecto Comunidad (http://www.proyectocomunidad.com), como parte de las acciones que realiza a través de su iniciativa comunitaria Atalaya Sur para impulsar la apropiación popular de la tecnología. Luego de brindar talleres de robótica en La Quiaca, convocados por una escuela de frontera, decidieron avanzar en un proyecto que permitiera comunicar y conectar a sus habitantes y convertirlos en productores de contenidos.

“Las organizaciones sociales tenemos que avanzar en proyectos como Atalaya Sur, pensando a la tecnología como una herramienta con gran potencia de organización y transformación. Es necesario disputar a las lógicas del mero consumo y construir otras distintas basadas en la participación y comunicación democrática”, expresó Diego Murrone, referente de Proyecto Comunidad.

La Red Social Chaski tiene al Centro Educativo IDEAR - La Quiaca como actor clave a nivel local –en este espacio funciona el nodo central– y a medida que tomaba forma el proyecto, iniciado a mediados de 2016, se sumaron escuelas, sindicatos, centros de estudiantes, cooperativas e iglesias. El desafío en La Quiaca es la falta de infraestructura de telecomunicaciones, ya que fueron casi nulas las inversiones de las compañías privadas y aún se espera la iluminación de la red de fibra óptica de Arsat.

Ante esta situación, la Red Social Chaski busca ser una especie de “by pass tecnológico” para generar una experiencia de organización de los usuarios antes de la llegada de los servicios de banda ancha. “Esto puede ser una experiencia muy poderosa, sobre todo en lugares donde la cultura tradicional de esos pueblos es tan fuerte, una cultura maravillosa, peleadora y muy resistente; es una manera de que la propia comunidad pueda asimilar el impacto de la tecnología a partir de los resortes culturales que son propios”, explica Manuela González Ursi, referente del proyecto Atalaya Sur.

Este trabajo territorial tiene antecedentes en la Villa 20 de la ciudad de Buenos Aires, donde Atalaya Sur implementó una red pública de acceso a internet gratuita y comunitaria en las principales calles del asentamiento desde el año 2014.

Además, realiza talleres vinculados a robótica, programación y telecomunicaciones para desplegar vocaciones tecnológicas. También promueve la generación de contenidos, para lo cual lanzó un portal donde los vecinos pueden subir materiales propios con el objetivo de visibilizar realidades y debates de la comunidad y fortalecer el espacio público del barrio (http://www.villa20.org.ar).

De hecho, los técnicos que están generando las instalaciones de conectividad en La Quiaca y monitoreando el armado de software y el desarrollo de dispositivos de comunicación, son vecinos jóvenes de la Villa 20. El objetivo es que la Red Social Chaski pueda extenderse a toda la Puna y llevar estas experiencias a otras localidades del país.

Con el fin de impulsar estos proyectos y aunar esfuerzos similares en todo el país, la Coalición por una Comunicación Democrática, en su 2° Encuentro Federal realizado el pasado 2 de diciembre, definió entre sus acciones “propulsar la apropiación popular de tecnologías de la información y la comunicación”. Esta acción se enmarca en varios de los nuevos 21 puntos para una comunicación democrática de la Coalición, que reconoce a la comunicación como un derecho humano en todos los soportes y plataformas, el acceso a internet como derecho humano y la soberanía en las comunicaciones.

Los organismos internacionales de derechos humanos han reconocido el acceso a Internet como derecho humano y cada vez más países lo están plasmando en sus legislaciones como también impulsando políticas para promocionar el efectivo ejercicio de este derecho. En esta línea la Red Social Chaski también cuenta con el apoyo de docentes y estudiantes de la Universidad Tecnológica Nacional y de la Universidad de Buenos Aires.

Si bien hay consenso en relación con la desigualdad en materia de conectividad en el país y la importancia de saldar esa brecha, es fundamental preguntarse cómo y para qué queremos conectarnos. Esas respuestas definirán las características de los proyectos sociales y de las políticas públicas.

Del mismo modo, marcarán las diferencias entre las posturas que buscan tan sólo extender mercados, de aquellas otras centradas en las comunidades y las personas como sujetos de derechos y actores políticos, no sólo consumidores.

Mariela Baladron y Diego de Charras
Docentes/investigadores carrera de Ciencias de la Comunicación FSOC-UBA
Página12